DOCUMENTOS

PASTORAL AFRO CLARETIANA Y ESCUELA DE ARTES Y MÚSICA “MI PAÍS”.

Antecedentes:

Desde su llegada a Colombia hace más de 100 años, los misioneros claretianos  en su afán de anunciar el evangelio a los pueblos más necesitados, se han valido de todos los medios posibles para hacer realidad el acceder a las comunidades aportándoles en el mejoramiento de su calidad de vida. 

En el caso particular con  los jóvenes  del Chocó se han desarrollado estrategias de fortalecimiento cultural, artístico, deportiva, lúdico recreativa e identidad. Podemos destacar la labor de nuestros hermanos misioneros en el campo cultural y artístico: el Padre Isaac Rodríguez, quien formó a  grandes músicos del Chocó, entre ellos a Alexis Lozano, Jairo Varela, Leonidas Valencia, El Negro Cecilio, entre otros; De igual forma el trabajo realizado por el Hermano Rafael Gómez, quien impulsó la creación del centro cultural mama-U; También el Padre Javier Pulgarín Toro, actual superior en la provincia Colombia-Venezuela, que se destacó por haber unificado las comunidades del medio Atrato a través de los encuentros deportivos, recreativos y culturales; El Padre Gonzalo de la Torre, quien con su valioso aporte logró organizar las comunidades del medio Atrato, creando comunidades eclesiales de base(CEBS) para el fortalecimiento de las mismas.

Teniendo en cuenta todas estas experiencias, desde la prefectura de apostolado se ve la necesidad de abrirnos a otras realidades culturales, sociales, artísticas, organizativas, juveniles, que nos permitan intercambiar conocimientos y saberes, a la par que se va haciendo un proceso formativo y de fortalecimiento cultural-espiritual de los agentes de nuestra pastoral.

Justificación:

Por medio de la pastoral Afro se quieren lograr espacios alternativos para los jóvenes, niños y adultos de manera que se puedan formar en artes, música, canto, valores, identidad afro, Biblia, procesos organizativos, principios cristianos y responsabilidad social.

“La diversidad cultural de nuestros pueblos está amenazada por el proyecto de homogenización y uniformidad que genera el modelo neoliberal, al fomentar el racismo, la xenofobia, la discriminación, la desigualdad, la renuncia a los valores ancestrales y la destrucción de la riqueza de un mundo culturalmente plural. Este proyecto homogenizador utiliza los medios de comunicación social como una herramienta eficaz para promover el consumismo, manipular la opinión pública, distorsionar la información, hacer de la diversión un mecanismo de evasión y crear falsos valores y patrones de comportamiento que generan desesperanza, frustraciones y desadaptaciones sociales.” (PPVM 2012-2017. Pág. 18)

Nuestro llamado como misioneros es el de brindar alternativas de vida a los empobrecidos como hijos preferenciales del evangelio, lo que se ve reflejado en la labor desarrollada en todas las regiones de nuestra provincia, no desde la imposición sino desde el dialogo con las comunidades, de esta manera el trabajo desde el arte y la cultura se convierten en un motor para el fortalecimiento de nuestros pueblos.

Objetivo General:

La Pastoral Afro Claretiana-en este año 2014- quiere ser una alternativa para los jóvenes, adolescentes y adultos de la ciudad de Medellín y del Municipio de Girardota (Verada San Andrés) en aras a recuperar y fortalecer en ellos sus cualidades y capacidades artísticas, el auto reconocimiento de su cultura, el fortalecimiento de sus procesos organizativos, de manera que sean parte de la solución, no del problema. Que el joven, el niño y el adulto pueda sentir que a partir de sus propios dones puede aportar su granito de arena a la sociedad, ofreciendo desde sus capacidades: espacios lúdicos-recreativos, formativos, espirituales  a otros jóvenes, niños y adultos; que sean signos de cambio, que muestren una cara diferente a la que les brindan los grupos armados, los medios masivos de comunicación y el sistema capitalista desmesurado en sus distintos espacios. La pastoral afro quiere proporcionar elementos de resistencia pacífica a los jóvenes, niños y adultos para que desde el arte, la Palabra de Dios, la ley 70, puedan hacer y tener herramientas que les ayude a afrontar el mundo material, excluyente y homicida en el que viven. Que desde los principios evangélicos los chicos y adultos  puedan ser transmisores de vida  para los demás jóvenes, adultos y miembros de sus lugares de orígenes.